El hombre tiene un nuevo depredador – Cuentos de terror
Durante mucho tiempo, el ser humano ha estado convencido de que era el máximo depredador, y de que su posición en la parte alta de la pirámide le garantizaba su seguridad y permanencia. Sin embargo, las cosas han cambiado, y tras la llegada de una nueva especie, ha quedado claro que el hombre tiene un nuevo depredador que le va a poner las cosas muy complicadas.
Una vida tranquila y apacible
La sociedad en la que vivimos, lejos de ser perfecta, sin duda alguna es buena y nos ofrece sobre todo una tranquilidad y una apacibilidad que el hombre no había conocido antes a lo largo de toda la civilización.
Tenemos todo lo que necesitamos a nuestra disposición, y contamos con un montón de caprichos y recursos que, siendo innecesarios, nos hacen la vida más cómoda, más fácil e incluso también más segura, de manera que podemos optar por ellos siempre y cuando nos apetezca.
En definitiva, tenemos una gran libertad y nos podemos mover sin ningún tipo de límite, pudiendo visitar prácticamente cualquier rincón del mundo sin que nada nos lo impida.
Una de las razones de todo esto es precisamente el hecho de que el hombre se encuentra en la parte más alta de la pirámide, es decir, es el principal depredador y, por tanto, es dueño de todo lo que le rodea… hasta ahora que va a pasar a un segundo término.
Misteriosos ruidos asolan la noche
Los ruidos empezaron bien entrada la noche un 12 de enero, pero tan sólo eran audibles en zonas apartadas de las grandes ciudades y sobre todo en aquellas en las que la civilización apenas había empezado a hacer su mella.
Esto hizo que nadie fuese consciente de lo que estaba ocurriendo, y de hecho, algunos poblados muy apartados fueron desapareciendo sin que nadie lo supiese, hasta que las autoridades empezaron a darse cuenta de que cada vez había una menor población, y empezaron a ser conscientes de que hacía tiempo que no se sabía nada de las personas que habitaban esas poblaciones tan apartadas.
Eso hizo que varios países tomasen la decisión de empezar a investigar el caso, mientras que en un primer momento se pensaba que podría tratarse de alguna enfermedad, al visitar estos lugares se dieron cuenta de que la destrucción indicaba que allí había pasado algo mucho más grave de lo que nunca podríamos imaginar.
Poco a poco, estos ruidos se fueron extendiendo a otras zonas cada vez más pobladas, hasta que la preocupación alcanzó a la población, de los cuales, algunos se escondían por el miedo, mientras que otros decidieron salir a buscar de donde procedían.
Muchas de estas personas no llegaron a regresar nunca, pero otras se encontraron con la realidad de frente y pudieron vivir para contarlo, y dar a entender que algo estaba cambiando en el planeta.
El hombre tiene un nuevo depredador muy peligroso
Todos ellos coincidían en la descripción de ese nuevo depredador, en sus características físicas e incluso también en su comportamiento, lo que hizo que toda la población mundial empezase a tomar en serio estas circunstancias y a actuar en base a ellas.
Se trataba de animales bípedos con la piel oscura y una especie de pelaje muy fino que cubría prácticamente todo su cuerpo.
En la parte superior, mostraban cuatro extremidades, dos de ellas más largas y las otras dos más cortas.
Tenía cola larga y más espesa, además de que andaba inclinado de manera que utilizaba tan sólo dos piernas cuando iba despacio, pero se ayudaba por dos de las extremidades de arriba, las dos más largas, cuando quería alcanzar altas velocidades.
Y de verdad que llegaban a superar a animales como el leopardo, ya que se calculaba que podría llegar a alcanzar cerca de 150 km/h de velocidad punta.
Tenía una buena resistencia, pero quizás era su punto más débil, ya que contaba con un torso muy grande y no podía mantener altas velocidades de forma continua, por lo que bajaba a los pocos segundos a velocidades de unos 30 km/h.
Descubren el origen de la nueva especie
Al parecer, este nuevo depredador podría proceder de zonas profundas de la selva de Brasil, donde unos científicos experimentaron genéticamente con diversos animales, intentando crear especies más resistentes, efectivas y fuertes.
El experimento al final se les acabó yendo de las manos, y varias muestras acabaron en manos que no debían, además de que durante el robo, varios ejemplares vivos consiguieron escapar y con el paso de los años fueron mutando de nuevo en plena naturaleza.
El resultado ha sido esta nueva especie que ha quitado al hombre su puesto en la cabeza de la pirámide.
El intento por parar la invasión
Uno de los principales problemas era precisamente la imposibilidad de conocer todos los ejemplares que había repartidos ya a lo largo del mundo, y los distintos modos en que había llegado a mutar.
De las muestras robadas, parte de ellas no llegaron a nada, pero otras formaron parte de siguientes experimentos que se realizaron en otros continentes y que, tras la destrucción de esta especie, acabaron por liberar otras distintas y nuevas que iban a hacer del mundo un lugar prácticamente inhabitable para el hombre, sino también para otras muchas especies animales que desaparecerían en los próximos años.
En total, antes de desaparecer, se calcula que hubo un total de 23 nuevas especies depredadoras, todas ellas con unas características asombrosas tanto a nivel intelectual como físicamente, lo que las dotaba de una superioridad asombrosa frente al ser humano, y también una increíble capacidad para adaptarse a la climatología de todos los rincones del planeta.
Los últimos coletazos de la vida del hombre
Fueron muchos los intentos de los distintos gobiernos por acabar con esta invasión que arrasó con el planeta en apenas 12 años, pero al final, la mayor parte de ellos no sólo fracasaron, sino que además también fueron responsables en parte de la destrucción del ser humano.
Cada vez había menos habitantes en el planeta Tierra, y los pocos que quedaban, tuvieron que permanecer escondidos, muchos de ellos muriendo por la falta de comida y agua, otros por las condiciones de insalubridad que dieron lugar a la aparición de enfermedades, y algunos más lograron alcanzar lugares en los que en un primer momento estaban seguros, tenían recursos y podían subsistir, pero tarde o temprano, esta especie acabó llegando a todos ellos, destruyendo todo lo que encontraban a su paso y rompiendo por completo la esperanza de poder sobrevivir a una situación así.
De hecho, es posible que todavía queden grupos de humanos repartidos en algunos lugares muy específicos del planeta, pero incluso en ese caso, todo apunta a que la especie va a acabar extinguiéndose por completo por la entrada de este nuevo depredador que ha traído un cambio radical al planeta tal y como lo conocíamos hasta ahora.
La única esperanza que ya nos queda es que la propia destrucción del planeta causada por estas nuevas especies sea lo que las lleve a desaparecer, de manera que el equilibrio vuelva a reinar en la Tierra, y los seres vivos a los que les fue arrebatada reinen de nuevo el mar, la tierra y el aire.
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